Annie Leibovitz: Evolución en la representación de roles de género
A 75 años de su nacimiento recordamos a la fotógrafa Annie Leibovitz, cuyo legado rebasa los roles de género y las controversias.
Annie Leibovitz es probablemente la fotógrafa viva más relevante de los últimos tiempos. Desde 1970, cuando llevó una muestra de fotografías al director de arte de la revista Rolling Stones, y hasta la última publicación que aparece en Instagram, esta autora ha mostrado a través de sus encuadres, una propuesta fresca que evoluciona a medida que la experiencia la acompaña.
Proveniente de una familia que se mudaba a menudo por el trabajo de su padre en la Fuerza Aérea, aprendió disciplina y adaptabilidad desde pequeña, al mismo tiempo que ejercitaba su creatividad y apreciación estética, heredada de su madre que era maestra de danza. Además, su talento se vio nutrido por una educación formal en Bellas Artes en el San Francisco Art Institute.
Su práctica fotográfica ha tocado áreas diversas (fotoperiodismo, moda, campañas comerciales y retratos), y en cada ámbito ha marcado un estilo personal. Su trabajo ha sido una constante búsqueda honesta y audaz por retratar la esencia de las personas que fotografía, por lo que sus imágenes cada vez reflejan una visión más crítica y comprometida con el mensaje que transmiten.
Vemos a los personajes a través de sus ojos, de su vida, desde un punto de vista cambiante por las experiencias y la sabiduría acumulada. Hasta me atrevo a decir que se pueden percibir los tragos amargos, el dolor, los logros y los momentos de dicha de la artista, según el momento en que Annie Leibovitz captura las fotos.
Uno de los temas que se transforma a través de las diferentes etapas en su vida es la representación de los roles de género. En este sentido identifico tres fases en su carrera, con un marcado sello distintivo.
Fase 1
En los inicios de su carrera se nota la inocencia, la juventud y la curiosidad. Sus modelos posan experimentado materiales, texturas y sensaciones: un juego de descubrimiento delante y detrás de cámaras. En este tiempo aparecen retratos como el de John Lennon con Yoko Ono abrazados en la alfombra; Bette Midler en una cama de rosas; Keith Haring desnudo y oculto con pintura corporal, en un fondo representativo de sus ilustraciones; o la icónica imagen de Dolly Parton enmarcada con el musculoso cuerpo de Arnold Schwarzenegger.
En estas composiciones se utiliza la iluminación de forma más suave y existe una confrontación más directa y evidente, en complicidad con los sujetos.
Fase 2
Con el fortalecimiento profesional de Annie Leibovitz, vino la libertad artística. Su nombre era reconocido y aprovechó esta condición para asumir riesgos. Algunas de las portadas que hizo en esta etapa fueron controversiales y aún ahora se recuerdan como puntos de inflexión en el abordaje de temas que se consideraban tabú. Tal es el caso de las fotografías de Miley Cyrus adolescente con la espalda descubierta; la sesión con la Reina Isabel II en la que se rumoreaba que la monarca había abandonado la sesión; y las fotos de embarazo de Demi Moore que se envolvían como pornografía en los puestos de revistas.
Sin aparente intención de causar el escándalo que supuso cada una de ellas, la reacción del público fue una importante lección en cuanto al poder que conlleva la fotografía en conjunto con los medios masivos de comunicación. Se generaron debates que con el tiempo formaron nuevas fórmulas para el lenguaje visual. Estas discusiones también impactaron la relación de Annie Leibovitz con el mensaje que transmitían y sus posibles repercusiones.
Fase 3
La última fase es la consolidación de Annie Leibovitz como creadora. Las composiciones están cargadas de contenido y se identifica su enfoque feminista y de compromiso social. Ejemplos claros son el Calendario Pirelli 2016, en el que fotografía mujeres trascendentes en áreas más allá de la belleza (aunque también son bellas); el libro Women en colaboración con Susan Sontag: y la exposición itinerante con el mismo nombre, que incluye imágenes femeninas en todos los contextos, diferentes a simple vista, pero reunidas en esta colección por la enorme e indiscutible cualidad de ser mujer.
Con una cantidad incontable de imágenes, esta fotógrafa que cumple 75 años en 2024, sigue dejando un legado invaluable e inspirador para fotógrafxs y para quienes quieran mirar desde el respeto y la convicción de que abrazarnos como somos, es la mejor decisión.
Escucha más sobre esta gran fotógrafa en el siguiente podcast:
Por Jorja Carreño