Derecho a la no discriminación en la población LGBTTIQA+

La Mtra. Dira Plancarte, educadora de CONAPRED, ofreció conferencia para la comunidad del Tec de Monterrey en el marco del mes del orgullo.

A lo largo de cuatro semanas, el Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México, organizó una serie de actividades abiertas para toda la comunidad.

“Derecho a la no discriminación en la población con orientación sexual, identidad, expresiones de género y características sexuales diversas”  fue la conferencia con la que cerró el ciclo de conferencias en el mes del orgullo, donde se buscó compartir información con especialistas para aprender y reflexionar en miras a que toda la comunidad se siente representada y segura. Trabajando para que el Tec de Monterrey se un espacio donde las voces de todas las personas sean escuchadas y reconocidas desde nuestros principios de igualdad, no discriminación, empatía e inclusión.

Dira Plancarte Flores es licenciada en Pedagogía por la Universidad Pedagógica Nacional; maestra en Ciencias en la especialidad de Investigaciones Educativas por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. Diplomada como defensora de los derechos humanos por el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, participando en diferentes seminarios y cursos para enfocar su trabajo pedagógico en la promoción de procesos en educación popular e intercultural.

Actualmente es educadora en el departamento de Educación Presencial del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

Plancarte habló un poco sobre el día del orgullo LGBTTIQ+, y el derecho a la no discriminación en la población. Quiso utilizar un concepto más amplio como la orientación sexual identidad, expresiones de género y características sexuales diversas, con la idea de pensar de que el orgullo está en constante construcción y qué es una cuestión que está en constante defensa.

Éstas siglas (LGBTTIQ+) son progresivas, por eso estamos tratando de ser lo más inclusivos con este concepto.

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La exposición presentada por la maestra Dira Plancarte se dividió en dos sentidos. La primera parte ahondando sobre qué es el derecho a la no discriminación, cómo podemos entenderlo y cómo podemos entender la discriminación vinculada con el principio de igualdad.

En la segunda parte realizó una serie de precisiones sobre la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, rectora en México, con la finalidad de visualizar la problemática. Así como dar a conocer qué está pasando con la ley y su vínculo con lo real.

Apoyada con una presentación, mostró algunos datos para repensar este derecho desde tres perspectivas:

  1. Como una situación anclada en raíces socioculturales muy profundas de la sociedad mexicana, que se expresa en prejuicios, estigmas y actos de discriminación;
  2. La discriminación cuando se vuelve un discurso de odio y se convierte en homofobia y transfobia;
  3. La discriminación presente en instituciones e instituciones de educación superior.

Comentó que la discriminación entró en el marco legal mexicano en el año 2001 al Artículo Primero de la Constitución Política Mexicana. Donde queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

En 2003 fue aprobada la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, donde  CONAPRED redacta con mayor detalle lo que se entenderá como discriminación: toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo.

También se entenderá como discriminación la homofobia, misoginia, cualquier manifestación de xenofobia, segregación racial, antisemitismo, así como la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia.

La maestra Dira Plancarte hizo referencia a que personas de la comunidad LGBTTIQ+ enfrentan obstáculos significativos en el ejercicio de derechos como acceso a la educación, salud, empleo, y vivienda. Donde por ejemplo, debido a estigmas y prejuicios, el 36% de la población nacional no estaría dispuesta a rentar una habitación a personas trans, y el 32% tampoco a personas lesbianas o gay.

La estigmatización reproduce patrones de discriminación.

En un diagnóstico, 7 de cada 10 personas LGBTI declararon haberse sentido discriminadas en espacios educativos y la mitad dijo haber vivido al menos una vez situaciones de acoso o discriminación en alguna institución laboral.

Otro estudio reveló que el 42% de las mujeres trans, 38% de los hombres trans y 39% de las mujeres lesbianas fueron discriminadas en espacios públicos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló que “cuando los prejuicios permean a las autoridades las víctimas, así como sus familiares y amistades, tienen menores incentivos para denunciar actos de violencia”.

La preocupación es cada vez mayor ya que en el país entre enero de 2013 y diciembre de 2017, se registraron al menos 381 asesinatos de personas LGBTTIQ+, presuntamente vinculados con su identidad o expresión
de género.