
Héctor Suárez, el comediante incómodo
El primer actor Héctor Suárez pasará a la historia como el gran comediante que fue, tendiente a la sátira política y social que incomodaría a varios gobiernos priístas y lo haría salir una y otra vez despedido de Televisa.
Suárez había iniciado su carrera por ahí de los años 60 haciendo teatro con gente de la talla de Alejandro Jodorowsky, Susana Alexander o Héctor Bonilla con quien tuvo una gran amistad. Dos décadas más tarde haría historia con las películas Mecánica Popular y El mil usos, en las dos representaba una clase social vapuleada siempre por los gobiernos corruptos, una sociedad que discriminaba a quienes migraban del campo hacia la gran metrópoli que fue el Distrito Federal, en busca de mejores oportunidades para vivir. Los dos filmes le valieron el Ariel, galardón otorgado en México a lo mejor del cine nacional.
Reconocido siempre por su trabajo teatral serio y comprometido, montó obras como Toc Toc, Estoy loco y sustituyó al fallecido actor Gonzalo Vega en La señora Presidenta durante 2018.
Suárez incomodó en varias ocasiones a los gobiernos priístas al retratar a sus funcionarios reflejo de la corrupción en su personaje “El burócrata” o con su representación de “Palillo” en una presentación en el exitoso programa Mala noche no. También criticó duramente a la sociedad en personajes icónicos como “El no hay” que simulaba un tendero que nunca atendía nada o negaba todo o “El Flanagan” con una grabadora a dos bocinas que solía usarse para bailar break dance o el elevadorista que “le tiraba el can” a toda muchacha que pasaba por su elevador lo mismo que se daba el lujo de hacer reflexiones sociales. Cualquiera de esas representaciones marcaron a toda una generación en los 80.
Hizo famosas frases como “¿Qué nos pasa?” “Chupando que es gerundio”, desde luego “no hay”, palabras que quienes crecimos con la televisión repetíamos constantemente en son de broma y para referir algunos temas y otras historias que se dibujaron a lo largo de sus personajes creados en una época que ignoraba por completo el tema de género. Sus programas retrataron a las mujeres de una forma que hoy sería completamente obsena y haría estallar las redes sociales.
Tuvo una relación muy cercana con el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, quien incluso contemplaba en los gastos cotidianos de su enorme empresa, las multas de Gobernación por las críticas al gobierno mexicano infringidas a través de los personajes de Suárez.
Héctor Suárez fue oriundo del Distrito Federal, hoy CDMX, de la que si tuviéramos que hacer un lienzo con su paisaje habría de estar ahí al centro porque sin duda su personaje “El Tirantes” en la película clásica mexicana Lagunilla mi Barrio retrató la cultura masculina de una clase social marginada.
En 2017 en entrevista con la periodista Carmen Aristegui denunció acoso y amenazas que explicaba por la crítica que hizo al gobierno de Enrique Peña Nieto y su escandalosa compra de la casa Blanca.
Operado de cáncer en la próstata y vejiga en 2019, Suárez volvió varias veces al hospital, esta vez no logró librar la batalla. Descanse en paz el también alumno del famoso mimo Marcel Marceu, Héctor Suárez.