Kase. O: El Circulo infinito

Un simple circulo puede tener tras de sí acepciones sumamente diversas. Mas allá de la figura de 360 grados, se encuentra la representación de un ciclo infinito, o un proceso que jamás termina, o incluso un área delimitada con una frontera obtusa.
 
Cuando Kase. O, uno de los raperos más prolíficos en la historia del rap en español, anunció su siguiente álbum “El Círculo”, no sabíamos que podíamos esperar de él, en cuestión de la música y lo que representaba. No obstante, bastaron unos cuantos plays y una calurosa noche de primavera para entenderlo.
 
El pasado viernes 7 de abril, el MC nacido y crecido en La Jota, Zaragoza, presentó su más reciente y completo LP en la Ciudad de México. El show, que fue abierto por actos de Venezuela y España en McKlopedia y el Momo respectivamente, fue hip hop en su estado más puro, sin complicaciones ni pretensiones.
 
Casi a las 10 de la noche, R de Rumba subiría a colocarse en su hábitat natural, las tornamesas, para dar paso a la vuelta de Kase. O al ejercicio. Javier Ibarra haría lo propio tomando el mic y soltando una barra tras otra, como si de su boca solo pudieran salir líricas cargadas del mas pesado metal en la Tierra.
 
Después de “Intro”, “Esto No Para” y “Yemen”, llegaría el primer respiro de la noche, donde Kase aprovecharía la extraordinaria atmósfera para invitar a todos a disfrutar del Círculo como un lugar de libertad, sin prejuicios y con el único fin de gozar, para poder dejar el recinto como quien inicia una nueva vida de recién nacidos.
 
Siguiendo el tracklist de su redondo disco, el veterano de Violadores del Verso corearía cada una de sus rolas acompañado de su compatriota Momo y sobretodo, de un público brindado como pocos al legendario Javat. Incluso, en un breve interludio entre “Guapo Tarde” y “Viejos Ciegos”, Kase llamaría a la gente a amar, a abrazarse los unos a los otros, a enviar paz a Siria o Venezuela, pero no sólo a esos difíciles y complicados lugares, sino también a hospitales, prisiones, instituciones de enfermos y todos aquellos sitios que requieran de energías positivas.
 
La noche transcurriría al ritmo del boom bap sin notar que el tiempo fluía como las letras de Kase. O. No obstante, habrían momentos para guardar como la colaboración de McKlopedia en “Pavos Reales” o de Arianna Puello en “Billete de Ida y Vuelta”, así como también la nostalgia de escuchar los viejos tracks de la Doble V.
 
Así, después de casi dos horas y un par de encores, Kase. O terminaría su acto con “Cantando” y “Ballantines”, ambas, joyas de la discografía de Violadores del Verso. El Círculo terminaría por cerrarse en la capital mexicana, aunque en realidad, sería sólo el punto de partida de un nuevo inicio, de un renovado ciclo en el mítico hip hop de Javier Ibarra Ramos.
 
Por Juan Carlos Rios
Imagen: @PavellonCuervo