La Guerra que cambió un país

La Guerra que cambió un país

La guerra entre México y Estados Unidos, que tuvo lugar entre 1846 y 1848, fue una de las más importantes en la historia de ambas naciones. La guerra tuvo lugar durante la presidencia de James K. Polk, quien buscaba expandir el territorio de los Estados Unidos hacia el Oeste, mediante la anexión de territorio mexicano. En este ensayo, se explorará la importancia de esta guerra y su impacto en la relación entre México y los Estados Unidos.

La guerra entre México y los Estados Unidos comenzó en 1846, cuando las fuerzas estadounidenses cruzaron el río Nueces y entraron en territorio mexicano, alegando que México había violado la frontera al cruzar el río Bravo. México, sin embargo, afirmó que el río Nueces era su frontera y que los estadounidenses habían cruzado ilegalmente en su territorio. La guerra comenzó como resultado de esta disputa territorial y de las tensiones políticas entre ambos países.

El presidente Polk tenía como objetivo principal la expansión territorial de los Estados Unidos hacia el Oeste, y vio en la guerra con México una oportunidad para lograr su objetivo. Polk envió al general Zachary Taylor para invadir México, lo que llevó a una serie de batallas en la frontera entre México y los Estados Unidos.

Sin embargo, la guerra no fue fácil para los estadounidenses, ya que enfrentaron una resistencia feroz por parte de las fuerzas mexicanas, especialmente en la Ciudad de México. A pesar de la resistencia, las fuerzas estadounidenses finalmente lograron vencer a México y obligaron al gobierno mexicano a firmar el Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, que puso fin a la guerra.

El resultado de la guerra fue desastroso para México, ya que perdió una gran cantidad de territorio, incluyendo California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Colorado, Wyoming, Kansas, Oklahoma y Texas. Esta pérdida de territorio tuvo un impacto significativo en la economía y la identidad de México, que se vio obligado a ceder una gran cantidad de tierras ricas en recursos naturales y minerales.

Además, la guerra entre México y los Estados Unidos tuvo un impacto significativo en la relación entre ambos países. La guerra dejó un resentimiento profundo en la sociedad mexicana hacia los Estados Unidos, y la anexión de territorio mexicano fue vista como una agresión imperialista por parte de los Estados Unidos. Esto generó una tensión persistente en las relaciones diplomáticas entre los dos países, que continuó durante muchos años después de la guerra.

En conclusión, la guerra entre México y los Estados Unidos fue un evento importante en la historia de ambos países, con un impacto significativo en la relación entre ellos. La guerra fue impulsada por la ambición imperialista del presidente Polk y resultó en la anexión de una gran cantidad de territorio mexicano. La pérdida de territorio tuvo un impacto profundo en la economía y la identidad de México, y la tensión generada por la guerra continuó en las relaciones diplomáticas entre ambos países durante muchos años después. La guerra entre México y los Estados Unidos es un recordatorio importante de los peligros de la ambición imperialista y la necesidad de buscar la paz y la justicia en las relaciones internacionales.

Foto Desperta Ferro

Por David Ortiz