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Las ciudades del futuro deben ser ciudades sostenibles

Expertos sobre el cambio climático afirman que en las próximas décadas habrá un ascenso de temperatura.

En los últimos informes por parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático se afirma que en las próximas décadas inevitablemente habrá un ascenso de temperatura de 1,5ºC.

Sin embargo, la meta que se quiere ahora es evitar un calentamiento mayor de 2°C o, peor aún, de 3°C que es lo que también es posible que lleguemos según los estudios.

Para cumplir este objetivo hay un dato clave: no superar la cuota de 420 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero. Si mantuviéramos el ritmo actual de emisiones sería posible lograr el objetivo para el año 2030, sin embargo para esto se deben reducir e incluso eliminar el consumo de combustibles fósiles y apostar económicamente en plantas de energía renovable que provean ciudades, vehículos y hogares.

Por otro lado, el impacto de la arquitectura y construcción es preponderante en este objetivo ya que este sector es responsable del 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que debe haber un cambio sistemático en la forma de construir para que para el 2030 los edificios sean neutros en cuanto a niveles de consumo energético.

Actualmente menos del 1% de los edificios se diseñan y construyen bajo el estándar cero neto y según el último reporte del World Green Council solo hay actualmente 500 edificios comerciales y 2,000 casas con el estándar cero neto en todo el mundo, lo cual indica un urgente esfuerzo y coordinación de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales así como del sector de negocios.

Por su parte, la Comisión Europea ya ha exigido que los edificios respeten estos estándares y se espera que se añada cientos de miles de estos edificios nuevos y readaptados en los próximos años.

Unas de las soluciones en cuestión de ahorro de energía son los paneles fotovoltaicos que cada vez toman más popularidad en los tejados alrededor del mundo.

También habría que quitar el uso de gas en hornos y estufas para que los hogares dependan únicamente de la electricidad proveniente de energías renovables.

Por otro lado también existen técnicas de construcción de como las casas pasivas, las cuales guardan el calor y el frío inteligentemente según convenga por el clima que esté sucediendo, además de que están diseñadas teniendo en cuenta la trayectoria estacional del sol. Estas casas pueden reducir en un 90% el uso de energía en comparación con las casas convencionales además de que no son más caros que los últimos.

Además de las alternativas para la construcción residencial también es necesario que los legisladores y planificadores urbanos piensen en un entorno sostenible al momento de ejercer sus proyectos. Ciudades como Trent Basin en Reino Unido son un ejemplo de esto ya que funciona como una pequeña central eléctrica que vende su excedente de energía a las comunidades vecinas, optimizando el consumo de energías sustentables.

Sin duda es evidente la gran brecha que enfrentamos actualmente para cumplir el objetivo del estándar cero neto, y más si consideramos las diferentes prioridades de cada comunidad, su estatus económico así como los esfuerzos gubernamentales que cada ciudad invierte en este tipo de soluciones.

Sin embargo en el caso de México es un hecho que aún hay falta de conocimiento en la población promedio sobre las instalaciones de paneles fotovoltaicos y sus costos así como con otras técnicas de construcción, siendo esta apertura a la información una oportunidad para poco a poco acercarnos y optar por estas soluciones sostenibles.

Por: Jennyfer Daian López Castillo.