El 9 la radio se mueve

El lunes 9 de marzo de 2020 constituirá un día histórico para México. En un hecho sin precedentes, las mujeres hemos decidido parar.

Por Verónica Orihuela

Algunas personas en diferentes ámbitos de la sociedad no comprenden por qué las mujeres tenemos que hacer un paro. Y sí, “tenemos” porque es casi una obligación empujada desde el hartazgo y la ausencia de alternativas para solucionar de manera eficiente un problema real que si bien, no se acabará con el paro, si requiere una acción visible.

Nos hemos acostumbrado tanto a la violencia que a pocos, incluido nuestro Presidente les queda claro que México necesita un cambio profundo no sólo en sus instituciones, sino en su forma de pensar y esta iniciativa debe lanzarles una piedra grabada en grande con la palabra “justicia”.

Así, el “Paro Nacional: El nueve ni una se mueve” constituye prácticamente una acción cívica histórica a la que se suman mujeres de todos los estratos sociales. No importa de dónde venga, sí de la derecha, izquierda, centro lo que sea, hay 10 mujeres asesinadas por día, 9 sucedieron durante enero en la CDMX, en la misma que se cometieron los feminicidios a Fátima, Ingrid Escamilla, la misma que gobierna una mujer, la doctora Claudia Sheinbaum, que al ser cuestionada decide contestar “ahorita no”.

La impunidad no es la única causa del paro del 9 de marzo y vale decirlo, de la marcha del día anterior, el 8 de marzo. a la que se suman colectivas de todas partes de la República Mexicana. Se trata también de la constante vejación, humillación, el acoso incomprendido, la interminable brecha de género laboral, el techo de cristal que permanece y hasta en las propias aulas universitarias que debieran ser las primeras en generar actitudes de cambio desde su seno.

Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económicos (OECD) correspondiente a 2019, las mujeres constituyen el 53.1% de la totalidad de personas egresadas con un titulo de educación superior pero más de 1 de cada 5 no tiene acceso a un trabajo formal. El mismo informe apunta que si bien puede tratarse de un tema cultural, también existen prácticas discriminatorias en el mercado laboral. Para dimensionar el tema, la tasa de desocupación de la mujer es tres veces mayor que la de los hombres.

Todo eso impulsa a las mujeres a salir a las calles el 8 de marzo a gritar que nos respeten, que respeten la vida humana, que sean empáticos, todo eso nos da licencia para no movernos el 9 de marzo. ¿Por qué tendríamos que pedirles permiso? ¿por qué deben decirnos qué podríamos hacer ese día? ¿no han entendido que la razón está en ustedes y la ignorancia que cargan casi como consigna porque no son capaces de sentarse a comprender y reflexionar?

Los medios de comunicación a través de diversas protagonistas se han sumado al paro, aunque también deberían parar ellos pero con la firme convicción de reflexionar porque no han hecho más que promover el machismo y la violencia a través de sus historias mal contadas en las que una mujer debe ser buena hija, buena esposa, buena madre y buena abuela, con sus “Gaviotas”, sus “Quinceañeras”, sus “Rosas Salvajes”, sus “Ricos también lloran”, con esa ficción que a varias generaciones se nos tatuó como realidad, crearon figuras, estereotipos que no podrán salir más que de la misma forma que llegaron, a través de contar otras historias, narrar con perspectiva de género, al que parece lejano cuando uno mira sus programas con la misma dinámica sexista.

La reflexión de los medios de comunicación se plantea desde cuestionar sus viejas convicciones sobre “vender carne”. La carne ya no se vende, lo que hay es una necesidad de respeto a las audiencias y de que las audiencias conozcan su derecho a ser respetadas. Las mujeres que conformamos las audiencias de los medios también deben informarse y exigir, no basta con señalar, hay que empujar los cambios desde las regulaciones de medios también.

El paro lo impulsó un colectivo y no me consta que una organización conservadora derechista como afirma el Presidente López Obrador. Repito, eso es lo de menos, lo de más es dimensionar con responsabilidad el problema de acoso, discriminación, feminicidios e impunidad. No hacer casi de quienes se montan en el movimiento para simular, conseguir adeptos y perpetuar su poder.

Después del paro habrá que transitar hacia crear verdaderos protocolos de género, no simulaciones, generar estrategias que permitan un cambio profundo desde la sociedad. Sólo nosotros podremos dar respuesta y exigir. Se hace necesario establecer comunidades, trabajar en red, proponer, resistir y continuar la lucha.

Por todo esto, nuestra radio también para, sólo programará una canción y un reportaje sobre el tema de género. Esto es parte de lo que trabajamos continuamente en pos de la diversidad. Estamos convencidas y convencidos que lo mejor para cambiar es promover contenidos informativos, que nuestra comunidad de escuchas cuente con herramientas que les permitan tomar decisiones informadas, desde ese argumento nos unimos al paro del 9 de marzo como la institución universitaria en que se inscribe nuestro trabajo.

 

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