Tlatelolco: 50 años sin olvido

Medio siglo de negación al olvido, de negación a la opresión. En 2018, el martes 2 de octubre fue el día selecto para recordar una fecha que cambió la historia y rumbo de México.

La marcha comenzó en la Plaza de las Tres Culturas, donde los principales contingentes se reunieron. El destino era el zócalo, pero uno de los propósitos era juntar varias causas que compartían una característica con la masacre del 2 de octubre, la negación a olvidar y la petición de seguir buscando justicia.
El eje central Lázaro Cárdenas dejó a un lado el tráfico automovilístico para sostener un tráfico humano, miles de personas, hombres, mujeres, ancianos, jóvenes, blancos y morenos se convirtieron en un mar que avanzaba bajo el túnel del eje a la altura de Garibaldi.
En ese túnel, las voces se intensificaron al igual que los cantos.
En el contingente de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, Rosa Isabel Norma Quintero, confirma de que va a empezar una nueva época de lucha.
Empieza la lucha contra el porrismo. Los jóvenes tienen que seguir resistiendo.
Antes de que los oradores tomaron el templete, la banda Tlayacapan tocó algunas piezas musicales, incluida una versión instrumental de Yesterday, de The Beatles. Mientras tanto, la gente esperaba que empezara el mitin.
Un minuto de silencio siguió para los normalistas de Ayotzinapa, los damnificados del sismo del 2017, los habitantes de Atenco.
Sesenta segundos de silencio para recordar y reflexionar de las personas que se han ido en el pasado, pero también reflexionar de que sigue en el futuro.
Félix Hernández Gamundi, dirigente del movimiento estudiantil del 68 del Instituto Politécnico Nacional, comenzó hablándole a la multitud acerca de la unión que existió y existe entre los llamados cabeza blanca y cabeza morena. No hay distinción.
A los 50 años, el ex líder estudiantil se siente emocionado por la concentración, gente comprometida con sed de lucha.
Los damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017 subieron al templete para hablar de su situación. Olivia Domínguez, menciona que los damnificados también somos pueblo, la lucha es unida, el país debe estar unido.
Los damnificados también son o fueron estudiantes, se apoyan entre ellos.
El turno siguió para los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que semanas antes de esta marcha se habían cumplido 4 años de la desaparición de sus hijos.
Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista, normalista desaparecido, sigue a pie de lucha. Menciona que no hay avances. 4 años sin saber de su hijo. 4 años de exigencias. El gobierno está ocultando todo. Los padres seguirán en lucha hasta saber la verdad.
Otro año pasa, la gente se sigue manifestando en busca de las respuestas y soluciones, pero la pregunta es: ¿algún día las veremos?.