
Imaginarios culturales: un día en la lucha libre
El Modelo Tec21 con la materia de Imaginarios Culturales de México lanza serie de podcasts para comprender la identidad nacional.
La clase de Imaginarios Culturales de México es parte de la entrada de Estudios Creativos hacia las carreras de Comunicación, Arquitectura, Diseño, Arte Digital, Producción Musical, Periodismo, Innovación Educativa y Letras.
En esta primera entrega, Un día en la Lucha Libre, el Dr. Eduardo Reyes Galicia brinda el contexto de este fenómeno cultural mexicano. Luego escucharás una narración ficticia producida y realizada por:
- Karen Ortiz Rojas y José Antonio Albuerne Torrescano – Guión e idea original
- Regina Nájera Lizárraga – Investigación
- Yarendi Jetzalli Pérez Ramírez – Post-producción
- Moisés Alejandro Rojas Rojas – Dirección
Organizados en grupos colaborativos, las y los estudiantes pensaron en una expresión de la cultura mexicana para construir una narrativa contextualizada y presentarla mediante un video o un podcast.
Para dar salida a los proyectos finales, Concepto Radial publicará en el portal la pieza auditiva cada domingo a las 8:00 horas y se podrá escuchar dentro de la programación durante el día en conceptoradial.com
Vuelos, llaves, y máscaras
Cada sábado esperaba pacientemente a que comenzara la transmisión por la televisión de las luchas. Los comentaristas daban el orden las funciones y al final anunciaban al niño ganador de una máscara de Atlantis o el Hijo del Santo.
Envíe muchas cartas al apartado postal de Dr. Río de la Loza diciendo lo fan que era del Enmascarado de Plata y su legado. Vaya, soñaba con ser nombrado en esa lista, mas nunca resulté ganador. Supongo que muchos aficionados y amantes de la lucha mandaron otra cantidad de misivas con sus razones para ganarse la máscara, y que tampoco tuvieron suerte.
La verdad no recuerdo cuándo dejé de intentar. Pero seguía viendo las funciones que tiempo después supe eran editadas para formato de televisión.
La narración de los vuelos, las llaves, contrallaves, y el anuncio de máscara contra máscara, llenaban mi gusto por ver triunfante al bando técnico. Como en aquella lucha del 26 de octubre de 1990 donde Kung Fu perdió la identidad secreta ante un famoso Atlantis, “el ídolo de los niños”.
Sus logros los sentía míos. Al igual que sus derrotas cuando enfrentó a Daniel López el “Satánico“, o cuando el Dandy le intentaba hacer la llave enredándolo y en muchas otras peleas encarnizadas con Último Guerrero.
Incluso tenía un cuaderno lleno de recortes de periódico con los que iba haciendo la memorabilia a mi manera. Esperaba a que el Ovaciones, Esto, y el Uno mas Uno, sacaran sus notas sobre lo ocurrido en las distintas arenas del país.
Mi mamá encontró ese cuaderno entre mis cosas. Seguro pensó que lo cuidaba más que los libros de la SEP y apuntes escolares. Tuvo razón una vez más. Sin embargo me compartió que a ella le gustaba ir a la arena, solo que en esa época los famosos eran Huracán Ramírez, Tonina Jackson (Héctor Garza Lozano Vela), Santo, Blue Demon, y su favorito: Cavernario Galindo.
El Pancracio mexicano
Se sabe lucha surgió con los griegos sumándola a los juegos olímpicos. Por otra parte que también los pueblos mesoamericanos la llegaron a practicar. Los guerreros olmecas se ejercitaban a través de enfrentamientos, principalmente de cuerpo a cuerpo.
A mediados del siglo XIX, durante la época de intervención francesa, se tuvieron en México las primeras luchas como exhibiciones extranjeras. Ya en 1863, Enrique Ugartechea se presentó como el primer luchador mexicano, sentando las bases de lo que sería la lucha libre mexicana.
Fue hasta 1922 con Salvador Lutteroth, considerado el padre de la lucha libre nacional, fundó la Empresa Mexicana de Lucha Libre, hoy conocida como el Consejo Mundial de Lucha Libre.
El CMLL tuvo su primera función en septiembre de 1933 donde se inauguró la famosa Arena México. Estuvo presente el luchador irlandés Ciclón Mckay y Yaqui Joe.
A partir de este momento la lucha libre mexicana comenzó a desarrollar técnicas, acrobacias. Una identidad propia que fue ganando popularidad.
Los vuelos desde la esquina, el forcejeo a ras del piso y el uso de las cuerdas para tomar impulso forman parte del estilo único de la lucha libre mexicana.
Llegaron los años cincuenta en donde nacieron las primeras leyendas de la lucha libre profesional. Su fama llegó hasta la cinematografía nacional, radio y prensa escrita, dejando un camino labrado para las nuevas figuras.
“Las máscaras, que es un género expresivo y fantástico del más alto orden, tanto que no me extrañaría ver de pronto una exposición de máscaras en el Palacio de Bellas Artes o en el Museo Nacional de las Artes”.
Carlos Monsiváis