Sassy

Recordamos a Sassy, la Divina del Jazz Americano

A 100 años del nacimiento de una de las voces más importantes en el jazz y referente en el Bebop: Sarah Vaughan.

Sarah Lois Vaughan, nació en Newark Nueva Jersey. Estaba en su destino y dentro de ella el camino de la música. Nació con una voz especial, aunado al talento familiar y deseos de sus padres para que llegara lejos en la música. Y así fue.

 Su padre fue carpintero pero en sus ratos libres tocaba la guitarra, mientras su madre ama se encargaba de la casa además de tener la pasión por cantar en el coro de la Iglesia Baptista de Mont Zion. En aquella congregación cristiana de Nueva Jersey, fue donde Sarah comenzó su travesía en el mundo de la música. Inició cantando góspel y fue organista luego de haber estudiado piano desde los siete años de edad.

Nueva York y una esperanza a la vista

No es novedad alguna que Nueva York ha sido históricamente una ciudad que invoca a jóvenes soñadores a cumplir sus sueños, en su mayoría artistas que se han refugiado de sus antiguos hogares y cuando llegan a la gran manzana algo dentro de ellos cambia por completo.

Sarah, con menos de 20 años de edad, viajó con su amiga para concursar y poder tocar el piano de acompañamiento en el concurso del Apollo Theatre Amateur Night. Aquella vez terminó en segundo puesto. Tiempo después y con sed de revancha, decidió volver para concursar como cantante, y lo hizo con la canción Body and Soul, ganando el primer puesto. Su recompensa fueron 10 dólares y la promesa de ser telonera en una semana en el Apollo.

Luego de un año de haber arribado a NY, siendo la primavera de 1943, participó como telonera de Ella Fitzgerald, y tras un exitoso espectáculo fue entonces presentada al cantante Billy Eckstine de la banda Earl “Fatha” Hines, quien le ofreció trabajo en el acto como cantante el 4 de abril de 1943. Su sueño se hizo realidad.

Trabajando  con Eckstine, su primera grabación fue I´ll Wait to pride. Etapa decisiva para la cantante, quien expresó: “tocábamos la música que queríamos, lo que sentíamos dentro. Intentábamos educar el oído al público. A veces lo conseguimos y otras no, no tenía importancia. Éramos felices tocando de aquella manera”.

Con los años, Sarah Vaughan creó un estilo muy personal, salpicado por tendencias bop, hard bop, influencia de músicas brasileña y latina. Para 1949, ya era una artista consagrada cuando la discográfica Columbia la contrató. Estuvo grabando grandes éxitos durante 5 años y colaborando con todo el mundo importante en el jazz. Algunas de sus canciones más importantes en esta etapa fueron Black CoffeeVanity.

La pasión por el jazz

En 1954, Vaughan rompió el contrato con Columbia para buscar una discográfica más pequeña que le dejara hacer lo que ella más quería: jazz.

Mercury Records fue quien dejó las mejores grabaciones de la artista como How Important Can It Be, y Misty. Además de las colaboraciones con otros artistas como Cannoball Adderley y la orquesta Count Basie.

Durante su carrera, Sarah Vaughan fue invitada a actuar en La Casa Blanca y el Carnegie Hall. Recibió el Grammy Lifetime Achievement en 1989. Al año siguiente la seleccionaron para unirse al Jazz Hall of Fame. También recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

El 4 de abril de 1990, la artista murió de un cáncer de pulmón, después de someterse a quimioterapia. A pesar de todo, siempre mantuvo su incansable voz en el escenario.

Si quieres escuchar canciones de Sarah Vaughan, te recomiendo que sintonices la Hora de jazz y blues con Verónica Orihuela cada martes a las 14:00 horas en conceptoradial.com

Por: Matzúa Rivera

Con información de:

  • Sarah Vaughan : Concord Music Group. (2016). webarchive.
  • Costa, D. L. (2020, 18 agosto). #DIVASDELJAZZ: Sarah Vaughan, la incansable voz de Bebop. VEIN Magazine