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17 de octubre de 1953, derecho al voto a las mujeres

El 17 de octubre de 1953 constituye un hito en la historia política de México, debido a que se realizó un primer cambio fundamental en materia electoral.

Por: Dr. Eduardo Reyes

Lo que convierte a las personas en ciudadanas son el conjunto de derechos que abarcan desde el acceso a bienes y servicios que les permiten una vida digna, hasta la posibilidad de incidir en el rumbo que ha de seguir su país. Los seres humanos adquieren así una personalidad jurídica, que los lleva a pasar de súbditos a ciudadanos.

Uno de los derechos políticos fundamentales es el voto que permite a los ciudadanos decidir el destino político de su país. Sin embargo, en el caso mexicano, pese a su importancia, éste pasó por un largo proceso para que hombres y mujeres accedieran a él.

En un primer momento, solo podían ejercerlo los hombres, pero debido a los requisitos de aquel entonces, la mayoría no podía votar por no saber leer y escribir. Fue hasta la Constitución de 1857 cuando dicho requisito se eliminó, favoreciendo el acceso a la población masculina.

No se podría hablar de ninguna manera que este escenario fuera democrático, pues las mujeres no eran ni siquiera mencionadas como posibles electoras. Se vivía un contexto que favorecía al hombre, negándole a ella los mismos derechos. De esta manera, se les restaban oportunidades de desarrollo político, laboral y personal que abrían una brecha cada vez mayor.

Como resultado de este contexto, se produjeron los primeros movimientos de mujeres encaminados a demandar derechos, centrados en algunos temas políticos como votar y ser votadas.

De esta manera observamos que los primeros movimientos de mujeres se enfocaron en temas de ciudadanía, para posteriormente incorporar otras demandas que eventualmente buscarían una igualdad de género.

Lograr el voto fue un camino arduo, que inició en Yucatán a finales de 1920, cuando un grupo de mujeres encabezadas por Elvia Carrillo Puerto, la “Monja Roja del Mayab”, hermana del político liberal, Felipe Carrillo Puerto, buscaría el reconocimiento, promoviendo que ellas pudieran votar y ser postuladas a diversos cargos políticos.

Fue hasta 1922, que Rosa Torres se convertió en la primera regidora de Mérida. De esta manera para 1923, Elvia Carrillo sería una de las tres primeras diputadas locales en el estado de Yucatán.

La lucha de esta pionera de los movimientos sociales continuó por muchos años, a lo largo de los cuales, más mujeres, organizaciones se incorporaron a las demandas.

Si bien hubo avances en algunas zonas del país, no se había conseguido el derecho al voto por parte de las mujeres y a ser postuladas a cargos políticos a nivel federal. Un primer intento de conseguir este objetivo, se impulsó en 1937 por parte del entonces presidente Lázaro Cárdenas. Si bien la reforma necesaria para lograr el voto femenino federal se aprobó en ambas Cámaras, una complicación para declarar la constitucionalidad de dicha reforma, impidió que por fin se concretara.

Las movilizaciones y demandas continuaron hasta el 17 de octubre de 1953. El presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó la reforma constitucional que le otorgaba a las mujeres el derecho a votar y postularse a cargos de elección popular, alcanzando así no solo dicho derecho, sino un estatus propiamente de ciudadanas.

En 1954 que llegó al Congreso la primera diputada federal por el estado de Baja California. Así, Aurora Jiménez de Palacios, figuró en nuestra historia como quien inició la llegada de las mujeres al poder legislativo. Mientras que, en la Cámara de Senadores, fueron dos las mujeres en alcanzar un escaño por el estado de Campeche: María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia.

Para 1979, Griselda Alvarez Ponce de León, se convertió, por la vía del voto, en gobernadora del estado de Colima. Fue la primera de 15 mujeres que han estado en este cargo en distintos estados.

Vale la pena resaltar que a partir del 2021 son seis mujeres quienes ejercen de forma simultánea como gobernadoras. En cuanto a la presidencia de la república, son cinco las mujeres que se han postulado tomando en cuenta a Margarita Zavala como sexta, que después renunció en el proceso de campaña a la candidatura.

De esta manera, el 17 de octubre de 1953 constituye un hito en la historia política de México, debido a que se realizó un primer cambio fundamental en materia electoral, aunque debemos reconocer que el cambio ha sido lento. Así, encontrándonos a dos años del siguiente proceso electoral, abramos la interrogante si al fin México será gobernado por una mujer. El tiempo lo dirá.