El 6 de septiembre, México se pintó de verde. La Suprema Corte de Justicia concedió un amparo federal contra la criminalización del aborto

El pasado 6 de septiembre, la República Mexicana se pintó de verde cuando Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió un amparo a nivel federal contra la criminalización del aborto.

Con la resolución al amparo promovido por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), las personas gestantes, mujeres y personal médico no tendrán que ir a la cárcel por interrumpir el embarazo. Si bien, esto es un gran avance para la protección de los derechos humanos, existen ciertas aristas que aún no quedan resueltas. 

Antecedentes

Anteriormente, el aborto se calificaba como un delito; acorde a los artículos 330 a 334 del Código Penal Federal castigaban a las personas gestantes con una pena de seis meses a 5 años por interrumpir su embarazo voluntariamente. Asimismo, el personal del sector de salud era revocado de sus labores de dos a cinco años. 

Con este escenario, la asociación civil GIRE, dedicada a la difusión de objetiva, científica y laica sobre el aborto, promovió este amparo, el cual obliga al Congreso de la Unión a derogar normas que tipificaban el aborto voluntario como delito. La Sala sostuvo que la criminalización del aborto constituye un acto de violencia y discriminación por razón de género, ya que perpetúa el estereotipo de que las mujeres y las personas gestantes sólo pueden ejercer libremente su sexualidad para procrear. Además de reforzar el rol de género que impone la maternidad como un destino obligatorio.

Situación actual

Ahora, gracias a la resolución todos los jueces federales y locales están obligados a implementar esta medida. Además las personas gestantes y mujeres no podrán ser sancionadas por someterse a un aborto voluntario, sin importar las causas. Es decir, no existen condiciones necesarias, como ser víctima de una violación o que el embarazo constituya un riesgo a la salud, para poder interrumpir su embarazo. 

A partir de esta noticia, se abren diferentes puertas para las mujeres y personas gestantes. Por ejemplo, la ministra de la SCJN, Margarita Ríos-Farjat, planteó que se está trabajando en un proyecto para liberar a quienes se encuentran procesadas o cumpliendo una sentencia por interrumpir su embarazo. 

Cada paso, derivado de la lucha por los derechos de las mujeres y personas gestantes es una victoria para toda la comunidad, aunque existen quienes no lo ven en esa perspectiva. No obstante, este es solo uno de los resultados de décadas de esfuerzo y protesta en busca de un espacio más equitativo donde se respete la individualidad y la integridad de cada una de nosotras, quienes formamos parte de esta sociedad. 

Es justo entonces detenernos un momento a celebrar este triunfo, sin perder de vista las otras luchas que se tienen desde las periferias y las disidencias; desde la búsqueda de un futuro mejor.  

Por Aura Jasso y Regina Nájera