Crónicas del capitalismo tardío

Acuñado por el sociólogo y economista alemán Werner Sombart, el Capitalismo Tardío en un esfuerzo por dividir la aplicación de este modelo económico a lo largo del tiempo.

Por Jorge Iván Islas

El Capitalismo Tardío es un concepto que lleva poco más de 100 años circulando. Fue acuñado por el sociólogo y economista alemán Werner Sombart en un esfuerzo por dividir la aplicación de este modelo económico a lo largo del tiempo.

Describía a la época en la que el modelo tuvo un auge durante la revolución industrial y el imperialismo del siglo XIX. Después la idea fue usada por los comunistas para nombrar a la época final de su antítesis ideológica; época que evidentemente no ocurrió.

En la era digital contemporánea el término fue renovado para describir los absurdos a los que el ser humano posmoderno puede llegar.  Ahora el concepto que se ha vuelto popular en memes, describe al periodo en el que la razón ha pasado a segundo plano y lo real se ha transformado, a través de la posverdad, en un asunto de popularidad y no de lógica. Una época en la que el pensamiento  crítico es ignorado si no es famoso o viral en redes.

Mike “El Loco” Hughes, inventor, acróbata, doble de televisión y actor, comprobó que el capitalismo tardío es una vivencia; algo que tiene que ser experimentado, aunque el precio pueda ser muy alto. El sujeto se colocó en un cohete que fabricó de manera casera, despegó desde el desierto de Barstow, California;  se elevó unos metros en el aire y murió 18 segundos después al impactarse contra la tierra caliente. Su objetivo: demostrar que la curvatura del planeta no existe, y que en realidad ésta se trata de un plato volador.

Hughes era terraplanista, es decir, creía fervientemente que la tierra es un objeto plano. Así es, a pesar de la fuerte evidencia científica producto de siglos y siglos de observación y experimentación astronómica, este hombre aún creía que la Tierra no es esférica.

Los terraplanistas son una de las tribus más curiosas del posmodernismo. Como lo decía, poco les valen las evidencias. No importa si hay fotografías que lo demuestran; ellos creen que fueron alteradas. No importa si hay teoría científicas; creen que todo se trata de una muy estructurada conspiración de las clases sociales más altas. No importa si a simple vista objetos celestes como la luna y el sol son circulares; ellos creen que también son platos flotantes.

Algunos incluso dudan de teorías como que la Tierra orbita alrededor del sol e incluso refieren que el planeta está en el centro del universo. Para ellos lo más importante es aferrarse a una creencia que le da sentido a la existencia de su mundo. Se tatúan únicamente lo que perciben con sus sentidos y a lo que ven en videos conspiranoicos de YouTube. Es el regreso a la Edad Media en la época con mayor acceso a la información.

Esto no sería nada grave si la creencia la reservaran para ellos mismos, sin embargo van por la vida intentando convencer a otros de que su realidad es la correcta. Todo se complica cuando mucha gente termina creyéndose las historias que cuentan con gran ímpetu. Ciertamente, la libertad de pensamiento y culto radica en que el ser humano puede creer en lo que guste, sin embargo, el rechazo ciego a lo científicamente comprobable es algo que puede costar vidas.

En redes sociales la noticia de la muerte de Hughes fue viralizada en cuestión de minutos. Y no pocos le mandaron mensajes de apoyo, algunos incluso lo llamaron héroe por tratar de comprobar su teoría a pesar de todo; se dijeron admiradores de su empeño. Sin embargo, no hay que confundirse Hughes no fue ningún Einstein, Da Vinci o Tesla. Un científico sigue un método y analiza todas las teorías antes de poner en práctica sus inventos. Un verdadero investigador se nutre de ideas previas, y evidencias tangibles antes de llevar a cabo un experimento. Hughes no hizo nada de lo mencionado.

Lo más curioso es que El Loco sí contaba con un sistema de aterrizaje de emergencia que utilizaba paracaídas. Sin embargo, según sus amigos y asistentes, jamás hizo un intento por activarlo. Sin duda, esto será un misterio que envolverá la muerte de un hombre que fue víctima de su propia terquedad frente a la realidad comprobable. Irónicamente, su trágico final, terminó dándole la vuelta al mundo.