Relatos Históricos: Guelaguetza
La Guelaguetza data de 1932 cuando, para conmemorar el IV Centenario de la ciudad de Oaxaca, se realizó una representación teatral que se nombró Homenaje Racial.
Por: Cérida Webster Henestrosa.
En zapoteco la ayuda mutua es conocida como guelaguetza. Se han identificado dos significados de la palabra guendalizaa, de la que proviene guelaguetza. Por un lado, ofrenda, presente o cumplimiento; y, por el otro, se le relaciona con hermandad, vecindad, parentesco. En cualquier caso, se trata de la acción de dar u ofrecer esperando a ser correspondido en otro momento. La cooperación tiene como objeto la protección y ayuda de los parientes, vecinos o paisanos en momentos tales como el nacimiento de un hijo, la construcción de un jacal, un matrimonio, un festejo o la muerte de un familiar.
Actualmente la palabra Guelaguetza es más conocida por las fiestas que se realizan en la ciudad de Oaxaca durante el mes de julio. Se trata de una festividad abierta a todo público, en la cual se recrean escenas de la cosmovisión de los pueblos originarios de Oaxaca. También es un punto de encuentro de interesados locales y extranjeros que buscan conocer un poco más de las tradiciones de los distintos pueblos que habitan en Oaxaca. En el festejo, los delegados de cada una de las regiones que conforman el Estado de Oaxaca: los Valles Centrales, la Sierra Norte, la Sierra Sur, la Cañada, Papaloapan, la Mixteca, el Istmo de Tehuantepec y la Costa, muestran sus danzas, aspectos de su cultura y de su cosmovisión a los presentes. Trasladan al escenario una síntesis de lo que se vive cotidianamente en sus comunidades.
Puede haber voces que cuestionen la autenticidad de la festividad. Su origen data de 1932 cuando, para conmemorar el IV Centenario de la ciudad de Oaxaca, se realizó una representación teatral que se nombró Homenaje Racial. La puesta en escena representaba a los indígenas de las distintas regiones de Oaxaca rindiendo pleitesía a la capital del Estado. Los festejos de 1932 también pretendían reactivar las actividades de la capital tras el sismo que, en 1931, afectó gravemente a la ciudad. Para lograrlo, el Comité Organizador realizó diversas actividades que atrajeran a los turistas. Con ello, podemos entender que el origen de la fiesta ha sido una construcción social, producida en un contexto particular. No obstante, hoy en día, la Guelaguetza forma parte de lo que se considera natural y propio de la ciudad de Oaxaca, la imagen de lo tradicional está completamente afianzada y, por tanto, forma parte del patrimonio de los oaxaqueños.
A finales de los años 50 se configuró la Guelaguetza en la forma como la conocemos actualmente. Se celebra durante los dos lunes posteriores al 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, con quien se relaciona la festividad. A estos días se les conoce como los Lunes del Cerro. En esas fechas se pueden disfrutar en la ciudad desfiles encabezados por las Chinas Oaxaqueñas que van acompañadas de las delegaciones de cada una de las distintas regiones. Todos ellos van vestidos con los trajes de gala propios de localidad y recorren el centro de la ciudad al ritmo de la música más festiva de cada región.
La Guelaguetza es un buen ejemplo de la simbiosis y diálogo que existe entre una construcción social o política creada para satisfacer una necesidad concreta y un pueblo deseoso de afianzar sus tradiciones y darlas a conocer a los que están afuera. Si bien esta relación puede resultar problemática, para las personas que forman parte de las delegaciones, participar en la Guelaguetza es motivo de orgullo y de reconocimiento dentro de su comunidad. Durante un año, las delegaciones se preparan para ser seleccionadas y poder mostrar un poco de quienes son. Ser integrante de una delegación implica un amplio conocimiento de las tradiciones de su comunidad. Probablemente todo ello contribuya a afianzar y reconocer el valor de los pueblos originarios.