¿Por qué no se habla de mujeres deportistas?
El sexismo y la sexualización femenina en el deporte actual.
Actualmente, más del 90% de las veces que salen programas deportivos en cualquier parte del mundo, el protagonista de la nota es un hombre. Esto se ha demostrado en numerosos estudios en los que se analiza el tiempo dedicado a la información deportiva femenina en los medios, resultando en un porcentaje total del 3%, lo que deja mucho que desear y bastante en qué pensar.
Con el paso de los años y la lucha por la igualdad de género intensificándose, sería lógico afirmar que el sexismo contra la mujer ya no existe en el ámbito deportivo. Sin embargo, la casi nula representación y presencia femenina en el espacio mediático deportivo, ya sea como deportistas o periodistas deportivas, muestran lo contrario.
A la hora de presentar las noticias, los directores deportivos siguen optando por poner en pantalla al género masculino, excusándose con mantener el interés de su audiencia. Lo que provoca que las mujeres deportistas siempre queden en segundo plano, minimizando tanto su carrera como sus logros y limitando la atención dirigida a dichas mujeres, a cuando son vistas como algo novedoso o enfocándose en sexualizar su desempeño en el deporte.
Razones por las cuales, los medios deportivos, así como su público, deberían reflexionar sobre la discriminación que están sufriendo mujeres que día a día se esfuerzan por mejorar su rendimiento y destacar en el deporte que ejercen.
Y, en definitiva, comenzar a interesarse por lo que sucede en el mundo del deporte femenino, para así brindar una base de apoyo a deportistas con grandes talentos, que están siendo opacadas por la poca comercialización deportiva.
¿El desempeño o el atractivo?
Consideremos ahora, que muchas han sido las veces en que mujeres externaron su descontento en torno a sentirse estigmatizadas y sexualizadas al momento de practicar un deporte, pero ¿a qué se refieren?
Si bien, la sexualización y estigmatización femenina en los deportes ya no es tan obvia como en el pasado, las deportistas actuales han tenido y siguen teniendo que soportar toda clase de comentarios y actitudes negativas relacionadas con su peso, tipo de cuerpo, maquillaje, vestimenta, sexualidad e incluso su género.
A las mujeres interesadas en practicar algún deporte, ya sea ballet, gimnasia o fútbol, desde niñas se les han mostrado los estereotipos que deben seguir si desean pertenecer a dicha actividad y en caso de no cumplirlos, son inmediatamente rechazadas. Fomentando así, una idea errónea basada en lo que atrae y vende más al público, en lugar de enfocarse en el posible talento que cierta deportista podría o no poseer y limitándola a no desarrollar su potencial.
Como resultado, las mujeres en el deporte son sometidas a estrictas medidas para cumplir con los estándares y agradar a los espectadores. Las cuales van desde vestuarios provocativos y poco cómodos, hasta dietas extremas y sobre exigencia a sí mismas, que desencadenan trastornos alimenticios y graves daños a su salud.
De modo que, es momento de preguntarse, ¿vale la pena sacrificar la comodidad e incluso la salud de una deportista con tal de que mantenga un perfil idealizado para el espectador?
Por: Ximena Zavala Hernández.