Entre la formación y la propaganda: los libros de texto gratuitos, los instrumentos ideológicos del Estado

Por: Juan Carlos Olmedo 

Tras la violentísima y prolongada Revolución Mexicana que inició desde antes de 1910 y cuyo fin no puede situarse sino hasta 1929, fecha en que se firman los acuerdos que ponen fin a la Guerra Cristera.  Se inició un inacabado proceso de reconstrucción que  en realidad nunca logró resolver problemáticas centrales como la erradicación de la pobreza extrema y la mejora sostenida de los niveles educativos de la población.

Educación universal y obligatoria

Una de las herramientas del gobierno para alcanzar una educación obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita, laica y de calidad, según lo establece el artículo 3º de la Constitución, ha descansado desde 1959 en los libros de texto gratuitos, surgidos a iniciativa del gobierno de López Mateos quien decretó la creación da la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG).

Desde su comienzo, los libros de texto han generado diversas controversias y su causa ha despertado las más apasionadas defensas y los más enconados ataques, pero especialmente se han usado como sendero fértil en el que grupos antagonistas se valen de sus aciertos y errores, para reivindicar sus aspiraciones políticas, haciendo en realidad poco o nada para mejorar el sistema educativo nacional.

Entre la formación y la propaganda: los libros de texto gratuitos

En sus inicios, se atacó a la CONALITEG por ser un monopolio estatal que impedía la participación privada y reivindicaba el autoritarismo priista mostrándolo como un ejemplo democrático. En los años setenta los libros fueron atacados furiosamente por hablar de sexualidad y planificación familiar.

Durante los tiempos del neoliberalismo de Salinas y Zedillo los libros fueron panegíricos del libre comercio y la modernidad. En los sexenios panistas se exaltó la alternancia, se suavizó el dramático episodio de la conquista y se reivindicó la herencia de la colonia.

La versión actual hace una apología de un renovado nacionalismo y encumbra a la 4T, mientras sus detractores atacan rabiosamente los libros por la forma en que trata los temas de sexualidad e identidad de género, así como por la identificación de diferentes formas de familia.

En fin, siempre se han utilizado a los libros de texto, como instrumentos ideológicos del Estado.

Calidad educativa

Lo que es un verdadero misterio es la cantidad de errores con los que se publican los libros de texto, así como por la aproximación pedagógica que utilizan y por las omisiones en asignaturas fundamentales. En un hecho que siempre participan docentes expertas y expertos en educación básica, pero en cada edición se presentan equívocos de forma y de procedimiento.

El propósito de los libros de texto gratuitos 

Lo que no se debe olvidar es que los libros de texto gratuitos son un poderoso apoyo para garantizar el acceso a la educación, son mejorables, pero también indispensables y la discusión central debería ser cómo mejoramos la educación pública de forma integral y sostenida y no seguirla utilizando como una arena sexenal en la que lo que menos parece importar es el futuro de las niñas y los niños.