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Reportajes Periodísticos: En las telenovelas no hay morenos

Continúa el racismo en México: El 97 por ciento de los protagonistas en telenovelas son de tez blanca, aun cuando el 80 por ciento de la población es morena.

“Yo soy un poquito mediano de estatura, mi piel es morena, rasgos mexicanos muy marcados, entonces me dan ese tipo de papel… en la televisión es lo que vende, el público es lo que quiere”. Federico Lázaro, actor profesional

 

El racismo es un sistema que organiza las relaciones de poder entre las personas, en donde el fenotipo europeo es colocado arriba del estatus social y el indígena es relegado a las posiciones más bajas. Esta estructura de poder se sustenta de recursos como los medios de entretenimiento, entre los cuales destacan las telenovelas.

Aunque el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación señala que es responsabilidad de los estados contruir una política que elimine la discriminación racial, el entenidimiento entre las razas, etnias y las nacionalidades a través de todas las acciones posibles, esto no se refleja en la oferta mediática.

Según el  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), mientras que el 88% de la población es morena, la industria del entretenimiento sostiene producciones donde el 97% de los protagónicos son de tez clara y están llenas de mensajes velados sobre ese ideal físico. 

Julio Vallejo, director de Pigmentocracia, compañía dedicada a cambiar las narrativas alrededor de la piel morena y los rasgos indígenas en los medios, sostiene que “la definición de belleza es uno de los ejes principales del racismo”.  

“La definición de belleza se quedó estancada ahí y es una definición muy estrecha donde cabe el 10% y el resto estamos sistemáticamente fuera de esta definición” añadió.

En la actualidad, se encuentran profesionales como el actor Federico Lázaro, quien ha atestiguado, de primera mano, la discriminación en los medios tradicionales, comentó, “no me seleccionan porque no soy la cara bonita”.

Durante los procesos de casting piden el llamado “latino internacional”, que en general describe a actores de piel blanca, a veces con  la cláusula de “no rubios de ojos claros, ni morenos” porque los primeros no caracterizan a mexicanos, y los morenos se reservan para otro tipo de narrativas: de las marcas, asociaciones o institutos dirigidos a algún sector vulnerable de la población.

Los estándares de belleza en México no reflejan a la población mexicana, por el contrario, muestran una idea de belleza europea aspiracional, perpetuando el racismo. 

La colectiva dedicada a modificar las narrativas racistas, Poder Prieto, indica que el racismo toma varias formas, desde pequeños chistes o comentarios en privado, hasta actitudes de rechazo público en centros de consumo, lugares de trabajo, redes sociales o ante las autoridades. 

Ante esta situación, Julio Vallejo remarca la urgencia de la problemática debido al impacto en el reconocimiento de las personas morenas; la falta de representación  “es un tipo de racismo que borra, no existes”.

 

El imperio de las telenovelas

 La telenovela es un melodrama televisado, narrado en capítulos u episodios seriados que deben seguirse consecutivamente para comprenderla. Este género televisivo proyecta los valores dominantes en la sociedad y en ocasiones  funciona como fuente de aprendizaje.

Acorde a cifras de Statista Research & Analysis, México es el país con el mayor universo de televidentes en todo el mundo hispanohablante. Además, el 84 % de los hogares mexicanos poseen un televisor digital, convirtiéndolo en el segundo medio con mayor penetración en las audiencias.

Según este mismo estudio, en agosto de 2021, el programa de televisión abierta más visto en México fue la telenovela La Desalmada, transmitida por el canal Las Estrellas, con más de 5,3 millones de televidentes. No obstante, en su elenco permea esta estructura de poder. 

Para algunas de sus audiencias este fenómeno llega a estar normalizado. Raquel Rivera, espectadora de 76 años de edad, comentó que a ella sí le gustaría tener mayor representación; “nos identificamos más”. Además apuntó que “si te molesta, te sientes mal pero lo ves como algo natural, casi lógico”.

 Aunque en el último año han emergido historias en los medios internacionales que propician la inclusión en todos los sentidos, la cartelera nacional todavía no se aplica a la iniciativa. 

Federico Lázaro  asegura que “en la televisión está todo muy marcado, …la apariencia física tiene mucho que ver por la creación de los elencos… en las telenovelas o en las cosas que se hace en las series, ahí si se va enfocado mucho a este cliché que venimos arrastrando desde décadas”.

 Al echar un vistazo en la programación del canal con mayor vistas según los estudios más recientes, El Canal de las Estrellas, se aprecia la falta de protagonistas de piel oscura. 

 “Yo soy un actor con rasgos mexicanos… tienes rasgos mexicanos, eres moreno entonces te vamos a dar el papel de ladrón, ¿por? ¿solo por mis rasgos? y al güero le ponen de galán”.

Mientras la industria replica ideales inalcanzables, “estamos ignorando al 85% del talento”, condena Julio Vallejo. 

Esta situación tiene repercusiones de grado social y económico, altera la forma en que las personas se perciben dentro del sistema de valores y limita sus aspiraciones de movilidad social.

”La gente morena ya crecimos en este sistema que nos está tratando así, traemos un daño emocional y en nuestra persona hay dos luchas, la lucha por cambiar el sistema, pero el sistema ya nos dañó entonces tenemos que trabajar en nosotros mismos”, detalló el director de Pigmentocracia.

 

¿Dónde está la raíz del racismo?

 “En parte sí es la producción, pero también es el público, si al público le cambias algo: un actor de ciertos rasgos para un papel, el público lo rechaza en automático pues ya están educados para ciertos tipos de perfiles” – Federico Lázaro

En una entrevista exclusiva, el doctor en economía por la City University of New York y autor del artículo ¿Importa el color de piel en México?, Luis Angel Monroy,  explica que el problema del racismo en México tuvo sus orígenes en épocas de la conquista. Cuando se dió una repartición de los recursos, los peninsulares se apropiaron de los puestos de poder para después crear un “sistema de castas”.

Los medios, controlados por una misma élite, replican y refuerzan esta conducta, teniendo efecto en las relaciones interpersonales de la sociedad.

Una encuesta reciente del INEGI ha hecho oficial por primera vez que en México es más fácil prosperar si eres blanco. En el 20% de la población más pobre del país, la piel oscura es más frecuente, mientras que en el 20% con más riqueza, la tez clara predomina. 

Bajo este contexto, el control sobre las imágenes transmitidas en televisión está cerrado a una visión, con un conjunto de valores pertenecientes a un grupo reducido de personas “. La élite es la que tiene más recursos para pagar su representación o para presentar favorablemente su representación”, detalló Luis Angel Monroy.

Las audiencias se encuentran a expensas de los medios y lo que las productoras decidan incluir en sus mensajes. Dentro de esto, Julio Vallejo mencionó que  “los medios agarran a un estereotipo de belleza que es el blanco y los mexicanos lo agarran indistintamente”. 

 

¿Existe una solución?

“La gente morena no quiere ser blanca, la gente morena quiere sentirse como cree que se siente la blanca en su piel, así de a gusto”. 

Según el fundador de Pigmentocracia, las audiencias no van a despertar al mismo tiempo, sino que será un proceso lento y segmentado.  Aun con lo anterior, hizo particular hincapié en que “esto era para ayer, no para dentro de 10 años”.

De primera mano, se requiere de un esfuerzo por parte de los medios en cambiar sus procesos de producción actuales. “Los medios no sólo deben reflejar la realidad, deben proponer una realidad nueva ”, afirmó.

Reforzando esta postura, el doctor Monroy añade que los medios públicos deberían tener la obligación de representar fielmente a la población mexicana ya que, desde la economía, tiene un efecto secundario: “le das salida a cierto tipo de perfiles que en la industria tradicional no encuentran trabajo”.

Si bien, dentro del marco legal, la actual Ley Federal de Radio y Televisión en México, ordena que las estaciones de radio y televisión fomenten el respeto por grupos vulnerables y prohíbe cualquier contenido que discrimine, esta medida ha sido ha sido insuficiente para el panorama de discriminación existente en los medios de entretenimiento.

Con la esperanza de un futuro diferente, el actor Federico Lázaro invita a las audiencias para que “abran la mirada” y no vean solo lo físico, sino más bien el trabajo de cada actor y actriz, “lo que nosotros ponemos en el set”.

Créditos:

Entrevistados: Federico Lázaro, Julio Vallejo, Luis Ángel Monroy

Investigación, guion, voz, producción: Aura Jasso y Axa Saavedra