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Obreras del arte

El movimiento muralista mexicano surgió de la búsqueda nacionalista. Algunas mujeres expresaron su perspectiva de la reconstrucción social 

Por Claudia Carbajal

La Ciudad de México vio nacer al movimiento muralista durante la segunda década del siglo XX. El movimiento surgió de la inquietud de diversos artistas por encontrar inspiración en México sus tradiciones y sus costumbres, según sus convicciones, serviría también para concientizar a las clases trabajadoras, reivindicar la cultura indígena y poner a sus creaciones artísticas en servicio al pueblo mexicano a través de su monumentalidad. En este contexto, las mujeres socialmente estaban contempladas para formar parte de la ciudadanía mexicana en el ámbito privado, es decir, como madres y esposas. Sin embargo, hubo algunas que destacan por su expresión en los muros. Tal es el caso de Aurora Reyes y Rina Lazo.

Esencialmente mexicano

José Vasconcelos, al frente de la SEP, vio en el muralismo una herramienta importantísima dentro de la nueva Secretaría de Educación Pública porque consideró, al igual que los muralistas, que el arte podría explorar el espíritu de lo “esencialmente mexicano” y perpetuar imaginarios que homogeneizaran las ideas de nación. Cada miembro de la sociedad tendría un lugar y un propósito. El caso de las mujeres estuvo muy relacionado con la educación familiar y escolar. Aurora Reyes, fue nieta de Bernardo Reyes y sobrina de Alfonso Reyes lo que le permitió acceder a relaciones sociales privilegiadas y estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria, donde conoció a Frida Kahlo. Posteriormente comenzó a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes (Academia de San Carlos), donde forjó sus convicciones políticas y estéticas.

Muralista de la justicia social

Desde los años treinta, Aurora Reyes se comprometió con las causas feministas, apoyando activamente a las sufragistas desde su trinchera como maestra de la SEP. Adicional a esta función, siempre tuvo inquietudes artísticas marcadas, pero se encontró con numerosas oposiciones para pintar muros como autora principal, sobre todo, durante los primeros años del muralismo. Reyes siempre fue una mujer llena de convicciones relacionándose con numerosos movimientos para buscar justicia social en México.

Actualmente sólo se conservan 7 de sus murales por la gran oposición a la que se enfrentó por parte de sus compañeros muralistas, quienes en ocasiones saboteaban su trabajo para que no le otorgaran espacios para su obra. Uno de sus murales que más destaca es Atentado contra las maestras rurales. Una pieza que resalta la importancia de la mujer en la educación y la concientización escolar.

Murió en 1985 dejando a sus alumnos un enorme legado de luchar por sus ideales. 

De Guatemala pero con arte en México

Por otro lado, Rina Lazo nació en Guatemala y llegó a México muy joven para estudiar en La Esmeralda. Poco a poco se fue relacionando con el ambiente intelectual de la época. Su enorme talento le permitió asistir a Diego Rivera durante 10 años, en los cuales, aprendió numerosas técnicas artísticas que le permitieron desarrollar un lenguaje artístico bastante fluido. En 1949 se casó con el grabador Arturo García Bustos, con quien formó una familia que fijó su residencia entre Guatemala y México. 

El estilo de Rina Lazo estuvo profundamente influenciado por su maestro Diego Rivera. Se interesó por las temáticas históricas que resaltaron la importancia de los pueblos indígenas, especialmente por los mayas en Guatemala y México. Entre sus murales más destacados se encuentran: Tierra fértil, ubicado originalmente en el comedor de Club italiano en su natal Guatemala (ahora en la Universidad de San Carlos en Guatemala) y las réplicas de los murales de Bonampak para el Museo Nacional de Antropología e Historia de México.

Murió en el 2019, pero su obra se expuso en el Palacio de Bellas Artes en 2022, siendo la primera muralista en lograr este reconocimiento. 

Obreras del arte

El muralismo mexicano fue la corriente estética hegemónica durante la primera mitad del siglo XX. Tuvo fuertes lazos con el discurso político oficial pero también grandes desencuentros con los artistas involucrados en ellos. Las obras de las mujeres muralistas, nos permiten echar un vistazo a la perspectiva femenina en el arte de la posrevolución. Con Aurora Reyes, la de una mujer propositiva en pos de la lucha feminista. Con Rina Lazo, la de una mujer comprometida de resaltar la importancia de los pueblos indígenas.